El departamento de Cultura de Cornellà de Llobregat me propuso que realizara una instalación para el Cruïlla’07 bajo el tema de: la ciudad. En aquel entonces, yo estaba sufriendo una especie de desahucio, la ciudad estaba forrada de carteles de «piso en venta» en los balcones, todavía no estábamos en crisis, todo este panorama hace que surja la idea:
400 m², es la instalación que realicé junto con Jairo Ríos, una reflexión sobre la especulación y el boom especulativo, una especulación sobre la especulación o una falsa especulación. Un castillo reconvertido en espacio cultural en el centro de la ciudad, en el exterior, una gran pancarta anunciando una próxima promoción de viviendas, una relación verosímil, se trataba de un fake donde arte y realidad convergen en un momento de analálisis y crítica, solo posible gracias al arte social.
La instalación estuvo cargada de polémica desde la plantada de la misma, cuentan que al alcalde de Cornellá le empezaron a increpar unas señoras que, habiendo visto la pancarta, se envalentonaron diciéndole que no le volverían a votar por autorizar la demolición del castillo. El ayuntamiento mandó retirar la pancarta de inmediato y no la volvieron a instalar hasta la hora del acto inaugural. Posteriormente, la instalación artística no prosiguió su curso artístico por decisión del propio ayuntamiento ya que nos censuró las dos fases siguientes: una falsa acción de campaña de defensa «pro-castell» con la protesta representada en los balcones del entorno al castillo y la acción final se culminaba con una flashmob participativa.